No toda el agua disponible en la naturaleza es apta para el consumo humano. Se ha consolidado un concepto intermedio: el agua segura, que es el agua que no contiene bacterias peligrosas, metales tóxicos disueltos o productos químicos dañinos a la salud. Entre 1990 y 2012, 2.300 millones de personas consiguieron acceso a una fuente de agua mejorada, incrementando la cobertura global hasta el 89%. En otros 35 países, de los cuales 26 están situados en el África Subsahariana, la cobertura no estaba más de 75%. Aún con la iniciativa de la ONU y otras organizaciones interesadas, la situación mundial no es favorable y necesita ser tratada
Terézia Filová, presidenta del comité ECOSOC